El estado de la factura electrónica en Túnez

La factura electrónica en Túnez se ha consolidado como un pilar clave de la transformación digital del sistema fiscal del país. En los últimos años, el gobierno tunecino ha impulsado varias iniciativas legales y tecnológicas para modernizar la facturación, mejorar la transparencia tributaria y combatir la evasión fiscal. 

Situación actual de la factura electrónica en Túnez

Túnez fue el primer país árabe en imponer el uso de la factura electrónica de manera obligatoria, iniciando este proceso en 2016. Desde ese año, el sistema nacional de facturación electrónica, conocido como “El Fatoora”, está operativo bajo un modelo de control continuo de transacciones (sistema CTC) gestionado por la plataforma pública Tunisie TradeNet (TTN). 

En una primera etapa, la obligatoriedad se centró en las operaciones de empresa a gobierno (B2G) y en grandes contribuyentes del sector privado. Esto otorgó a la e-factura la misma validez legal y fiscal que la factura en papel, según lo establecido en la Ley de Finanzas 2016 de Túnez.

En los años siguientes, las autoridades tunecinas ampliaron gradualmente el alcance del sistema. Actualmente, la factura electrónica es obligatoria para ciertos contribuyentes y sectores específicos, mientras que sigue siendo voluntaria para otros. La normativa vigente dispone que deben emitir factura electrónica: 

• Las empresas consideradas “grandes empresas” (adscritas a la Dirección de Grandes Empresas, DGE).
• Las empresas que facturan al Estado (administración pública y empresas públicas).
• Ciertas transacciones entre profesionales en sectores estratégicos como la venta de medicamentos y de hidrocarburos. 

En particular, el gobierno ha incluido como obligatorias las facturas entre compañías en el sector farmacéutico y de combustibles, debido a su importancia económica, exceptuando por ahora a los comercios minoristas de esos sectores. Para el resto de las categorías de empresas, principalmente las pequeñas y medianas que no operan con el Estado ni en los sectores mencionados, la adhesión al sistema de e-factura sigue siendo voluntaria por el momento.

Marco normativo y obligaciones legales vigentes sobre la factura electrónica en Túnez

La base legal se estableció con la Ley de Finanzas 2016, cuyo artículo 22 equiparó la factura electrónica a la factura tradicional en papel y designó a Tunisie TradeNet (TTN) como el operador técnico del sistema. Posteriormente, el Decreto Gubernamental n.º 2016-1066 del 15 de agosto de 2016 desarrolló las condiciones y procedimientos de emisión y archivo de facturas electrónicas, definiendo los requisitos técnicos y de control necesarios. Asimismo, el Código del IVA tunecino (artículo 18, apartado II ter) y el Código de Derechos y Procedimientos Fiscales (art. 94) incorporaron las disposiciones relativas a la factura electrónica, estableciendo las menciones obligatorias que debe contener y otorgándole pleno efecto legal.

De acuerdo con estas normas, las empresas obligadas a facturar electrónicamente en Túnez deben cumplir varios requisitos técnicos y administrativos. Primero, es necesario obtener un certificado digital cualificado, emitido por la Agencia Nacional de Certificación Electrónica (ANCE), para garantizar la firma electrónica de las facturas. 

Además, cada empresa debe suscribirse al servicio “El Fatoora” de TTN, que actúa como la plataforma de intercambio y validación de las facturas electrónicas. La solución de facturación utilizada por la empresa debe ser capaz de generar facturas en el formato electrónico tunecino TEIF (Tunisian Electronic Invoice Format), cumpliendo con el estándar XML definido por las autoridades fiscales. Una vez emitida una factura en formato TEIF, el sistema TTN le asigna un identificador único y la somete a un proceso de doble firma electrónica: la del emisor (empresa) y la firma digital del propio TTN como tercero de confianza. 

También se incorpora un código QR firmado (Cachet Électronique Visible) en cada factura, que permite verificar de forma rápida su autenticidad y registro oficial.

Gracias a este esquema, cada factura electrónica válida queda registrada en tiempo real ante el Ministerio de Finanzas. El TTN transmite copia de las facturas validadas a la administración tributaria y asegura su conservación electrónica conforme al reglamento técnico vigente. Las facturas electrónicas pueden eventualmente convertirse a un PDF legible para fines prácticos (por ejemplo, entrega a clientes finales o controles en carretera), sin perder por ello su valor fiscal, siempre y cuando el archivo original firmado y registrado se resguarde según las especificaciones oficiales.

Cronograma de implementación y fechas clave

El proceso de implementación de la factura electrónica en Túnez ha estado marcado por fases graduales y fechas clave definidas por las leyes financieras anuales. Tras la introducción inicial en 2016 para las grandes empresas y sector público, el gobierno siguió ampliando el alcance en años subsiguientes, enfocándose en sectores de alto impacto fiscal. Una de las etapas más importantes se ha alcanzado con la Ley de Finanzas 2025, publicada a finales de 2024, la cual refuerza el carácter obligatorio del sistema y fija un horizonte claro para su cumplimiento total.

La Ley de Finanzas 2025 (artículo 71) introdujo un régimen sancionador estricto a partir del 1 de julio de 2025 para asegurar la adhesión al sistema electrónico. En concreto, desde esa fecha las empresas sujetas a la obligación que emitan facturas en papel en casos donde debería usarse factura electrónica incurrirán en infracción.

En cuanto a la cobertura sectorial y empresarial, el cronograma actual prioriza a los sujetos de mayor tamaño e impacto fiscal. Desde 2020 aproximadamente (años posteriores a la fase inicial), se hicieron esfuerzos por incorporar sectores como el farmacéutico y el de hidrocarburos al sistema electrónico, dados los volúmenes de transacciones y la relevancia en recaudación tributaria. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas que no encuadran en las categorías obligatorias siguen teniendo la posibilidad de unirse voluntariamente. 

Cabe destacar que, pese a la obligatoriedad, existen excepciones específicas contempladas por la normativa. Por ejemplo, ciertas situaciones requieren aún un soporte papel por razones operativas: en el sector de transporte de mercancías, se sigue exigiendo llevar una copia impresa de la factura (aunque esta haya sido generada electrónicamente) para posibilitar la verificación en ruta por parte de las autoridades de control. 

Ventajas de una solución global de factura electrónica

En este contexto de la factura electrónica obligatoria casi a nivel global, contar con una solución global de facturación electrónica resulta decisivo para gestionar de forma eficiente las obligaciones en distintos territorios. Plataformas especializadas como la de EDICOM permiten simplificar el cumplimiento tributario internacional desde una única solución tecnológica, posibilitando el envío de facturas y reportes electrónicos a cualquier administración pública o socio comercial, independientemente del país. Esto significa que una empresa puede integrar la e-factura de Túnez junto con la de otros países en un solo sistema, asegurándose de que cada documento cumple los requisitos legales y técnicos locales automáticamente.

Entre las ventajas de una solución global se incluyen la centralización de todos los procesos de facturación electrónica, la actualización continua ante cambios normativos y la escalabilidad para incorporar nuevos países o volúmenes de transacciones. Por ejemplo, la plataforma internacional de EDICOM se adapta a las legislaciones de más de 80 países, facilitando la incorporación ágil de nuevos requisitos técnicos y formatos cuando las distintas administraciones evolucionan sus sistemas. Adicionalmente, estos servicios globales suelen ofrecer altos estándares de seguridad y confidencialidad, con certificados y controles que garantizan la integridad de los datos y el cumplimiento de normativas de protección de la información.