Bruselas obliga a emitir factura electrónica a sus proveedores
Desde el 1 de noviembre de 2020 los proveedores de la administración pública de Bruselas están obligados a facturar electrónicamente. Con esta medida, el gobierno de Bruselas quiere estimular la implementación de este sistema en las relaciones B2G con las administraciones públicas regionales y locales de Bruselas-Capital, así como en otras administraciones de Bélgica.
La obligatoriedad de utilizar la factura electrónica como método de facturación para empresas proveedoras en Bruselas, operen o no en Bélgica, queda recogida en la Circular: 2020042332. Ampliación del uso de la factura electrónica por las entidades de la Región de Bruselas-Capital.
Bruselas se suma así al resto de países de la Unión Europea como Francia o Italia que han decidido extender la obligación del uso de la factura electrónica, marcada por la Directiva 2014/55 Europea, no solo a sus administraciones, sino también a sus proveedores.
Entrada en vigor
La nueva medida entra en vigor desde el 1 de septiembre de 2020 para contratos públicos publicados a partir de esa misma fecha; o los contratos por invitación a presentar candidaturas u ofertas emitidas a partir del 1 de septiembre de 2020.
Y a partir del 1 de noviembre para contratos públicos con valor inferior a 30.000 euros; y para aquellos contratos por invitación a presentar candidatura u oferta también con un valor inferior a los 30.000 euros sin IVA.
Existen dos excepciones para facturar de forma electrónica en el caso de:
Contratos públicos adjudicados a un operador económico establecido en un país donde no hay proveedores con acceso a PEPPOL;
Contratos públicos cuyo pago se efectúe por adelantado o el día de la entrega o servicio.
La factura electrónica en Bélgica
El Gobierno federal belga asumió desde enero de 2017 la obligación de recibir y procesar facturas electrónicas, no obstante, sólo están obligados a emitir factura electrónica, desde enero de 2018, aquellos proveedores con contratos superiores a 135.000 euros.
Desde enero de 2020 estaba prevista la obligatoriedad de emitir facturas electrónicas para todos los proveedores del gobierno federal de Bélgica, sin embargo, no todas las entidades están aplicando esta medida.
Las facturas electrónicas en Bélgica se envían a las administraciones públicas siguiendo el modelo de interoperabilidad PEPPOL. La recepción de facturas se realiza a través de su plataforma Mercurius que da acceso a todos los gobiernos.
Si bien la obligatoriedad del sistema de facturación electrónico para los proveedores de los gobiernos de Bélgica ya sea el federal o los regionales, no está plenamente impuesta; la apuesta de la administración es firme.
El gobierno de Bruselas ha calculado el ahorro de costes que conlleva la utilización de la factura electrónica. Derivada de la simplificación administrativa, la factura electrónica supone un ahorro de 3,24 euros por factura en comparación con el formato de papel para las empresas emisoras; y 5,77 euros de reducción de los costes gracias a una gestión desmaterializada por parte del receptor; además del coste medioambiental que supondría eliminar más de mil millones de facturas que se envían en Bélgica cada año.
Asimismo, la facturación electrónica supone una ventaja para cualquier empresa que quiera optar a la contratación pública en Bélgica, tanto en el ámbito nacional como regional.
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Entre las prestaciones de la Plataforma internacional de Factura Electrónica de EDICOM cabe destacar que garantiza la conexión con la red PEPPOL gracias a que está certificado como Punto de Acceso PEPPOL, lo que lo convierte en una solución adecuada para operar en el mercado público belga.
*Los contenidos de esta publicación son solo responsabilidad de EDICOM GROUP y no reflejan necesariamente la opinión de la Unión Europea
